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America Central - El Honduras

Centroamérica profunda

En azul, el trayecto del viaqje...

Honduras... Mi "enamoramiento" del viaje. País demasiado desconocido, pero tan rico, tanto de naturaleza que de cultura. Sin hablar de sus habitantes acogedores. Entramos a Honduras por la carretera y viajamos hasta el pueblito encantador de Copan Ruinas. Los habitantes de Copan Ruinas son acogedores (como todos en Honduras), muy tiernos con una amabilidad poco común, incluso en América Latina. Paseamos en la región, a caballo entre otros, antes de ir a visitar las ruinas. El sitio de Copan es al igual del de Tical, ubicado en medio de la naturaleza, y si no ésta es tan lujuriante y salvaje como la del parque nacional de Tical, igual sabe hacer resaltar la hermosa arquitectura maya. El lugar es chiquitico, sin embargo es tan bello como el sitio guatemalteco, las estelas son mucho más lindas que las de Tical. Después de esta naturaleza verdosa, me voy a la isla de Roatan para pasar mi brevet de buceo. Durante quince días, buceo, a veces hasta 4 veces al día. Los fondos marinos son preciosos (siempre esta famosa barrera de coral), las sesiones de buceo se siguen sin parar, cada vez diferentes, siempre enajenadoras, estimulantes, fascinantes, mágicas. ¡Que felicidad al ver el sol brillar a 30 metros bajo el agua, de divisar una tortuga que nada encima de nosotros, de bucear en medio de los corales gigantes, de seguir una raya sobre el fondo! ¡Éxtasis total!... El pueblo de West End donde me alojo es encantador, las playas son magnificas, los restaurantes de bogavantes en leche de coco están por todas partes y yo me doy cuenta que realmente extraño el mar cuando no lo tengo. Después del mar, llego a la capital, que me hechizó más de lo previsto con su ambiente, su calor humano, sus calles estrechas, bulliciosas y coloridas. Allí me quedé casi una semana aunque normalmente no aguanto las capitales más que uno o dos días. Me encantó esta ciudad, su gente, sus calles, sus plazas, hasta pensar que de repente un día, talvez, quien sabe. Con tristeza salgo de Tegucigalpa (Theghusss como dicen allá) para ir a Managua, en Nicaragua...

La plaza principal de Copan Ruinas, con sus palmeras, típico en Honduras	La imprescindible iglesia del pueblo y... ¡sus vaqueros!
Unecalle con sus vaqueros
	Arriba, nuestro hotel, por 1 noche... Cuando hemos llegado a Copan Ruinas, llovía fuerte y no había cuartos disponibles en ningún lugar, excepto en el hotel el más chic de la ciudad, donde Pascale y Catherine tuvieron que compartir una cama. ¿Que lujo de hotel no?
A la izquierda, la naturaleza alrededor del pueblo y el sitio maya Copan... pero antes de visitar el sitio, ¡un paseo a caballo!

Llegamos en el sitio arqueologica maya de Copan en Honduras